Heridas en la boca ¿qué hacer?

Es posible que en algún momento de nuestra vida, nos hayamos mordido la boca o la lengua accidentalmente. Estas heridas suelen ser dolorosas y presentar un color vivo similar al del resto de la boca en el momento del accidente. Las heridas más graves de este tipo suelen estar acompañadas de pérdida de sustancia, es decir, de material profundo que supera el epitelio. Sin embargo, estas heridas suelen curarse por sí solas, lo que se evidencia cuando alrededor de la misma aparece un contorno de color blanquecino, indicando que ya hay un proceso de reparación activo.

Sin embargo, si estas heridas se producen en la lengua, es posible que la herida no mejore a pesar de eliminar la causa que la provoca. Esto se debe a que el propio músculo impide la recuperación al no permitir a la capa de epitelio realizar su función regenerativa en las mismas condiciones que en otras partes del cuerpo.

Existen muchas otras formas de producirse este tipo de lesiones en la boca, como la rotura de una pieza dental que deja un borde afilado que en contacto directo y constante con la mucosa acaba desembocando en una úlcera traumática. Otras veces, el empaste, el cambio de prótesis o un nuevo implante pueden ser las causas.

Además, también es importante tener en cuenta que existen diferentes tipos de úlceras, como las úlceras crónicas, que pueden requerir un tratamiento específico y un seguimiento más detallado.

En resumen, si te encuentras con alguna herida en la boca, es importante que acudas a un dentista para eliminar la fuente de fricción, aliviar el dolor y evitar la infección. Si después de unos días la herida no ha mejorado, es recomendable volver a visitar al dentista para descartar cualquier patología más grave.