La caries y las bacterias

La caries y los microorganismos

La caries es una enfermedad infecciosa bacteriana que afecta a los dientes. Se ha demostrado en experimentos con animales que la presencia de microorganismos es necesaria para la existencia de la caries y que la enfermedad es transmisible. No todos los microorganismos tienen el mismo poder cariogénico, es decir, no todos tienen la misma capacidad de causar caries. Algunos de estos microorganismos metabolizan los hidratos de carbono a ácidos, lo que contribuye a la formación de caries. Además, existen interacciones microbianas que también pueden contribuir a la formación de caries. La caries se produce cuando hay un desequilibrio en el ecosistema del diente, que normalmente está habitado por una flora bacteriana, debido a la presencia de azúcares refinados. Esto hace que el comportamiento de los microorganismos sea nocivo para el hábitat (el diente).

La caries puede aparecer en diferentes áreas del diente, como la superficie libre del esmalte, las fosas y fisuras, las superficies radiculares y el tejido dentinario. En cada una de estas áreas, la distribución bacteriana puede variar. Por ejemplo, en la superficie libre del esmalte, se encuentran principalmente bacilos Gram positivos (40%) y cocos Gram positivos (40%), mientras que en las fosas y fisuras, los cocos Gram positivos y Gram negativos tienen una distribución más elevada (entre el 70 y el 90%). En la zona radicular del diente, la distribución bacteriana incluye principalmente bacilos Gram positivos (30%) y cocos Gram positivos (35%), mientras que en la caries que afecta al tejido dentario, se observa un predominio de formas Gram positivas, especialmente Lactobacilos.

La colonización del hábitat del diente comienza tras la erupción dentaria y se produce gracias a la película adherida de los dientes, formada por glucoproteínas salivales. Esta película cumple varias funciones, como proteger la superficie del esmalte contra la agresión del ácido, absorber a los microorganismos de manera selectiva y servir como sustrato para aquellos que han sido absorbidos. También forma un reservorio de algunos iones, como el flúor.

Sobre esta película adherida, se adhieren los microorganismos inmediatamente, formando una primera capa que crece rápidamente. Las bacterias predominantes en esta primera capa son el Streptococcus sanguis, el Streptococcus mitis y el Actinomyces viscosus. Sobre esta capa, se forman otras capas de microorganismos, como el Streptococcus mutans, que es el principal iniciador de la caries.

La caries se produce cuando hay un desequilibrio en el ecosistema del diente debido a la presencia de azúcares refinados, que hace que el comportamiento de los microorganismos sea nocivo para el hábitat. Estos azúcares se metabolizan a ácidos por los microorganismos, lo que contribuye a la formación de caries. Además, existen interacciones microbianas que también pueden contribuir a la formación de caries.

Para prevenir la caries, es importante mantener una buena higiene oral y reducir el consumo de alimentos azucarados. También puede ser útil el uso de fluoruros y otros productos que ayuden a fortalecer el esmalte y proteger los dientes contra la caries.

En general, se recomienda el uso de productos que contengan flúor para prevenir la caries dental, especialmente en niños y personas con mayor riesgo de padecer esta enfermedad. Sin embargo, es importante seguir las instrucciones de uso de estos productos y no exceder la dosis recomendada para evitar la fluorosis dental. Además, es importante mantener una buena higiene oral y una dieta equilibrada para prevenir la caries dental y mantener una buen