Ortodoncia lingual ¿Qué es?

¿Qué es la ortodoncia lingual?

¿Cómo es el proceso?

Como ocurre con el resto de tratamientos con ortodoncia, el ortodoncista debe realizar en primer lugar una valoración tomando fotografías, radiografías y un molde de la boca. Una vez se ha recolectado toda esta información se plantea el tratamiento para conseguir un óptimo resultado. Después, se fabrican los brackets totalmente a medida según las necesidades del paciente y para cumplir los objetivos marcados desde un principio.

El proceso para colocar la ortodoncia lingual dura alrededor de una hora y se suele colocar primero en la parte inferior para que el paciente tenga tiempo de acostumbrarse (la posición de la lengua, la mordida, al comer…). Un mes más tarde, se coloca en la arcada superior. A partir de este momento, se tendrán que realizar visitas al ortodoncista cada mes o cada mes y medio, según se establezca.

¿Cuáles son las diferencias y ventajas respecto a otros tratamientos?

Una de las grandes ventajas de este tratamiento además de su imperceptibilidad es que se ha comprobado que suele durar menos tiempo. A diferencia de los brackets convencionales e incluso de otro tipo de ortodoncias suele conseguirse el resultado esperado entre dos y tres meses antes. Esto se debe a que es un sistema es mucho más preciso, los movimientos son más rápidos y no hay fricción. A diferencia de otros brackets están fabricados en oro, son más finos, no dificultan el habla y no generan llagas ni aftas en la boca. Además, los resultados mejoran notablemente porque se trata de un sistema completamente hecho a medida para cada paciente.

Aunque es apta para todas las edades, la ortodoncia lingual es elegida en gran parte por personas adultas puesto que les proporciona más seguridad y comodidad que los aparatos tradicionales. Además, no altera otros tratamientos previos como los blanqueamientos, no produce manchas ni daña el esmalte exterior y visible del diente. Por todo ello, también se recomienda para personas con un alto requerimiento estético (modelos, personas que trabajen de cara al público) o deportistas, puesto que un golpe con otros tipos de ortodoncia puede dañar las encías o generar llagas con mucha más facilidad.

Para asegurar el resultado esperado hay que comprometerse con el tratamiento, porque la higiene suele ser más compleja al encontrarse en la parte interior de los dientes. Por eso, se recomienda una rutina específica de higiene oral acompañada de visitas pautadas al ortodoncista para realizar limpiezas y eliminar la placa bacteriana.

Eso sí, uno de los mayores frenos para tomar la decisión de ponerse este tipo de ortodoncia es su precio. La ortodoncia lingual suele ser elegida por aquellas personas para las que no supone un problema realizar un gasto más elevado. Su alto coste se debe al tipo de materiales, la tecnología y la personalización del tratamiento.